EL NUEVO DIARIO, MIAMI.- Patrick Beverley no ha podido evitar llamar la atención en unas de sus primeras declaraciones como jugador de los Lakers. Mientras atendía a Mike Bresnahan, periodista de Spectrum SportsNet, el base fue preguntado acerca del hecho de jugar con LeBron James y Anthony Davis, pero antes incluso de que el periodista terminara la frase, el base interrumpió la pregunta para corregirle.
«Ellos van a jugar conmigo, no al revés» matizó. «Yo estuve en playoffs el año pasado, ellos no. Hay una diferencia. Pero me alegra que podamos jugar juntos. Estoy emocionado por ver cómo nos va y por luchar con ellos».
Si hay un jugador en quien estas palabras no sorprenden, ese es Beverley, quien nunca ha sido propenso a la cautela. Si bien no puede decirse que mienta, también es cierto que LeBron y Davis han ganado anillos y cuentan con múltiples apariciones en All-Star Games y en los mejores quintetos de la NBA. Y Patrick Beverley no. Pero si su intención era despertar en la plantilla el deseo de revancha incidiendo en el fracaso del año pasado para que saquen lo mejor de sí (concedámosle ese beneficio de la duda), desde luego no ha podido empezar haciéndolo mejor.
En otro orden de cosas, se le preguntó también por su capacidad para aportar acierto exterior, faceta en la que los angelinos tuvieron serios problemas el año pasado. Con un acierto del 37,8% en su carrera, Patrick espera poder ayudar en ese sentido.
«Llevo diez años demostrando lo que puedo hacer desde el perímetro. A veces la gente no percibe tus capacidades hasta que llegas a un mercado más grande, pero he tenido la oportunidad de tomar muchos tiros a lo largo de mi carrera y he tenido la suerte de contar con el apoyo de mis entrenadores para anotarlos en momentos clave, así que me considero muy afortunado».
Por último, Beverley fue interrogado acerca de qué cree que necesita el equipo para llegar a los playoffs este año: «No creo que haya una falta de habilidad o talento, y evidentemente hay cosas como la salud que no puedes controlar, pero creo que lo más importante es la camaradería en el vestuario. En toda relación, ya sea de pareja o de amistad, si la relación es buena las cosas van bien y si la relación es mala las cosas van mal. Tenemos que ir todos a una para que nuestro baloncesto hable por nosotros».
