EL NUEVO DIARIO, FILADELFIA.- Tras 15 largos meses estamos a horas de ver a Ben Simmons de nuevo sobre una cancha de baloncesto y, por ende, disputando sus primeros minutos con la camiseta de los Brooklyn Nets. El All-Star se encuentra completamente repuesto a nivel físico y mental y será en el primer partido de pretemporada de los neoyorquinos cuando regrese a la acción; un encuentro que además llega con un interés añadido, ya que el rival será su ex equipo, los Philadelphia 76ers.
Simmons está a punto de cerrar el círculo. Ha pasado mucho tiempo desde aquella eliminatoria de playoffs ante Atlanta en la que todo saltó por los aires. Críticas y dudas sobre su juego, y no llegando del público, sino de compañeros y técnicos, le empujaron a decir ‘basta’. Pidió salir del equipo mientras trabajaba a nivel psicológico para superar problemas que le impedían rendir sobre el parqué a su mejor nivel.
Con la determinación de abandonar los 76ers inalterable, finalmente vio colmado su deseo al salir rumbo a Brooklyn. Ahí empezó a respirar diferente. Se habló de que en pocas semanas estaría preparado para debutar, pero una hernia de disco lo impidió hasta el punto de requerir una nueva cirugía en su espalda. Ahora todo queda atrás. Ahora está convencido de que un nuevo y exitoso comienzo es posible.
«No puedo esperar, estoy tan emocionado… Tengo un nuevo número, una nueva camiseta. Estoy deseando que llegue el momento de jugar. Creo que tenemos un equipo especial. Creo que si juntamos todo lo que tenemos, seremos campeones. Ese es el objetivo final», comenta de cara a la campaña que se aproxima.
Puede no faltarle razón. Hablamos de unos Nets que cuentan con Kevin Durant, Kyrie Irving y él mismo, además de un nutrido grupo de secundarios de gran nivel (Seth Curry, Patty Mills o Nicolas Claxton son ejemplo). Hay mimbres para pensar que esta vez sí puede ser su año, si bien las experiencias pasadas invitan a ser cautos.
En todo caso, se avecina una noche muy especial para Simmons. En su nueva casa (el Barclays Center de Brooklyn) abrirá un nuevo camino en el que romperá definitivamente con el pasado mirándolo directamente a los ojos. Subirá el balón y correrá al contraataque teniendo delante a Joel Embiid y compañía, o lo que es lo mismo, a esos mismos jugadores con los que parecía destinado a hacer historia en Pensilvania. Simmons tendrá delante lo que pudo ser, pero no para detenerse en ello, sino para poner de manifiesto que está preparado para demostrar que sigue siendo aquel jugador que deslumbró desde su llegada a la NBA. Los focos estarán puestos sobre él. Estaremos atentos.
