EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. Establecer una dinámica que permita renovación en los puestos de dirección de las organizaciones partidarias, debe ser una de las prioridades al momento de convertir en norma el Proyecto de Ley de Partidos que descansa en el congreso nacional, sugiere el politólogo y abogado, Belarminio Ramírez Morillo.
“Las élites y burocracias partidarias quieren una Ley de Partidos que sea garante de equidad en el uso de recursos económicos, tiempos y espacios públicos, pero sin puentes que obliguen a la renovación en los puestos de dirección. En ese propósito parecen estar todos los actores de acuerdo” reflexionó el consultor político.
Expresó que la sociedad democrática no puede avanzar con un sistema de partidos en que las mayorías de las organizaciones operan como propiedad de una persona, de una familia o de un grupo.
Adujo que en la cultura política imperante cuando un político toma la iniciativa de formar un partido, es normal que consiga respaldo de personas que quieren participar, pero que no encuentran espacios en los partidos grandes. Sin embargo, pronto estas personas se encuentran con la dura realidad de que las organizaciones tienen como principal prioridad buscar espacios de poder para quien la preside o sus allegados, y de inmediato las intenciones, sueños y esperanzas de participar y hacer carreras políticas, se disuelven.
Ante esa dura realidad operante del sistema de partidos políticos, el académico Belarminio Ramírez considera que la dinámica de renovación en los puestos directivos, pudiera contribuir a mejorar desempeño y legitimidad de estas organizaciones, y pudieran hacerlas atractivas a personas que hasta ahora están desinteresadas.
El Proyecto de Ley de Partidos presentado por la JCE es sano y objetivo
Belarminio Ramírez calificó como sano, objetivo y preciso el proyecto de Ley de Partidos presentado por la Junta Central Electoral al Congreso Nacional.
El experto dice estar de acuerdo con el 98 por ciento del contenido de la propuesta, exceptuando la forma de elección de principales puestos de dirección partidaria, que no está contemplado en la pieza, así como la modalidad de primarias que no se debe dejar a la elección de los dirigentes de los partidos.
“Es necesario medir el tamaño real de los partidos. Es necesario establecer diferencias entre las verdaderas organizaciones y las entelequias simbólicas. Si queremos construir un sistema de partidos con legitimidad social, debemos trazar las pautas en el sistema electoral para que surjan los liderazgos reales” reflexionó el autor del libro Derecho Constitucional –Control de la Constitución y Derecho Electoral-.
Exhorta a los legisladores a que agreguen un Párrafo al artículo 22 que establezca que ningún dirigente deberá permanecer en un puesto de dirección partidaria por más de dos períodos consecutivos, aunque luego de transcurrido un período, pueda retornar de nuevo a ocupar dicho puesto.
Ramírez acota que la Ley de Partidos debe contemplar que los puestos de Presidente, Secretario General y de Organización, en las demarcaciones Nacional y Municipal, se escojan con los mismos procedimientos con que se escogen a los candidatos a los puestos de elección popular. Eso mejoraría la legitimidad social de los partidos, y sacaría de las directivas a una serie de truqueros y marrulleros que se dedican a crearles problemas a los auténticos liderazgos de las organizaciones. En tal sentido, sugiere al legislador contemplar estos mandatos en los artículos 32 y 36 del Proyecto.
