EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – El juez Francisco Rodríguez Consoró, del Juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional, aplazó para el sábado el conocimiento de medida de coerción contra Miguel Cruz, victimario del ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera.
El magistrado tomó la decisión de fijar nueva fecha, a solicitud de la defensa legal de la familia de la víctima, Miguel Valerio, quien pidió tiempo para conocer el expediente.
La coordinadora de Litigación de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción (Pepca), Mirna Ortiz, dijo que el Ministerio Público estaba preparado para conocer la medida cautelar contra Cruz, pero esta ha sido postergada para el sábado a las nueve de la mañana, para que la defensa de la víctima estudie el expediente de coerción.
De su lado, Valerio, manifestó, que recurrió al aplazamiento por la gravedad del caso y prudencia que amerita este.
“Fue esta mañana que la familia me llamó para que fuera el representante legal, debo sentarme con ellos y explicarles a detalles lo que se está discutiendo”, sostuvo el letrado tras culminar la audiencia.
Asimismo, indicó que a pesar de que la defensa del imputado dijo que no se va a oponer, hay que analizar el expediente, alegando que avala la tesis del órgano investigador.
“Lo cierto es que Miguel tenía la intención de acabar con la vida del funcionario, porque propina 13 disparos y seis alcanzaron a Orlando”, agregó el jurista.
El encartado, de acuerdo a la solicitud de coerción del órgano acusador, establece que este se presentaba con una actitud violenta en el ministerio y maltrataba verbalmente a los empleados, conducta que fue llamada la atención por el hoy occiso, Jorge Mera.
Además, señala que el motivo del crimen se produjo porque el extinto funcionario no quiso firmar unos permisos medioambientales para la importación de unas baterías usadas.
Tras cometer el hecho de sangre, este salió por la escalera del despacho del ministro, se escabulló por el alboroto de los empleados, quienes estaban asustados y alterados, y se refugió en la iglesia Sumo y Eterno Sacerdote en el sector Renacimiento, quien desde allí negoció con el Ministerio Público para entregarse.
En la pesquisa de sus pertenencias, las autoridades encontraron dinero en efectivo, dos pasaportes, dólares y teléfonos celulares, además, de armas de fuego, que, según el documento de coerción, este tenía la intención de huir del país.
