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25 de abril 2024
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OpiniónRolando RoblesRolando Robles

Amarante Baret, el boschista: es el mas potable

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En dos ocasiones he escrito sobre el activismo político de este mocano de sonrisa eterna y amigos fieles. En el 2018, me arriesgué a decir que él debía ser, “el alfil de Danilo”. Y no me arrepiento, pues lo sigo creyendo. Mas luego, a comienzos de este año, advertí que Carlos era “la única carta de Danilo” para continuar su obra de gobierno, porque la reelección era inviable; y hoy, los hechos me dan la razón, por lo menos de manera parcial.

Todo el que me conoce sabe que yo no estoy en los linderos políticos de Amarante, pero la verdad es la verdad y yo soy amigo de los mocanos, especialmente de ese laborioso grupo de hombres de trabajo, que creen que Carlos es lo mejor de su última gran cosecha. Por ellos escribo y hablo, porque debo hacer valer la sentencia vertida en Lucas 20:25, “dad al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios”. Y eso hago, sólo trato de ser justo.

Danilo Medina sabe que está en una situación muy difícil, hablando de su futuro político. Sin embargo, prefiere jugar a la conveniencia aparente, en lugar de la justeza y la coherencia política. Su discurso en este momento trascendental, debe estar dirigido al interior del partido, al compromiso con su base de apoyo, al boschismo esperanzador, a las lealtades perennes.

La apuesta hacia afuera, siempre será una opción riesgosa, en especial, en los sectores empresariales, donde priman las reglas del leonino libre mercado. Y mas aún, cuando se sabe que, ni el emisario ni el mensaje, tienen la posibilidad de calar profundamente en el corazón de las masas aún irredentas, pero votantes.

“Para hablar con los negros, no se puede enviar un mensajero blanco”, dice una vieja máxima del mercadeo social. La gente sólo confía en el emisario, cuando sabe que es uno de su propia casa. Son estas reglas elementales, lo que me hace pensar en que el presidente Medina ha tomado la decisión equivocada.

Carlos Amarante Baret es el máximo representante de los intereses de los “votantes de a pie” en ese grupo de pre candidatos danilistas. Es el único que puede conectar adentro y afuera del partido. Y sépase, que mas allá de las encuestas, que de seguro reflejarán la verdad momentánea, están las posibilidades de que las grandes mayorías se identifiquen en las urnas, con el candidato; que, para entonces, no debe ser el de Danilo, el del PLD, o el del gobierno sino, el de todo el país.

En ese escenario futuro y definitivo, debe concentrarse Danilo Medina, si es que quiere seguir vivo políticamente, mas allá del 2020. Me explico, la movilidad política del país hoy día, demanda y garantiza un relevo total del liderazgo nacional. Hipólito, Danilo, Leonel, Quique, Miguel y hasta Luis Abinader, saldrán de circulación en las elecciones venideras. Solamente permanecerá el que gane las elecciones y desde luego, su mentor.

Ante la complejidad de la situación nacional y al interior del partido de gobierno, conviene que, para enfrentar a Leonel Fernández, se seleccione un candidato que no represente posibilidad alguna de conflictos con ese sector que, aunque el presidente lo define como “minoritario”, tiene una gran ascendencia dentro de las bases peledeístas, debido precisamente, a sus tres períodos de gobierno previos.

El candidato que enfrente a Fernández, tiene que ser boschista y poseer una incuestionable capacidad de exposición. Y si usted observa el grupo, solamente Carlos Amarante ha sido capaz de defender, con la palabra y la acción, los conceptos que dieron origen a la mística política de don Juan.

Pero existen otros detalles que agregan solidez a mi planteamiento. En este año de crecimiento de esas candidaturas emergentes, Amarante es el único que ha logrado tener representación en todo el país y en el Exterior, ha realizado las mas grandes manifestaciones de apoyo y ha conseguido sostener el discurso mas terminado, así como la mas depurada propuesta de gobierno.

Al final, sólo tres cosas quiero señalar, para dejar claro lo que pienso sobre esta especie de batahola en que la lucha interna ha metido al presidente Medina:

Primero, la presencia en Nueva York de las corrientes danilistas, se reduce a las acciones de un grupo denominado AVANZA, que diligentemente representa mi amigo Yldefonso Then. Eso, debe tenerse muy en cuenta.

Segundo, la mejor forma de valorar al que deba ser el danilista que confronte a Leonel en octubre, es mediante un debate público, tal y como lo ha planteado Carlos Amarante Baret y

Tercero, tratar de descartar a Leonel porque tenga o no, el 33% de los votos en el Comité Central, es una aventura descabellada que sólo conduciría a la ruptura definitiva del partido, a la derrota de su candidato y al consecuente y forzoso incremento de la población carcelaria del país.

¡Vivimos, seguiremos disparando!

 

Por ROLANDO ROBLES

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