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20 de abril 2024
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OpiniónHumberto SalazarHumberto Salazar

«El mecanismo» en contra de Lula y Dilma de parte de Netflix 

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No se a quien se le podía ocurrir en medio del éxtasis de la victoria del Partido de los Trabajadores y sus aliados en octubre del 2014 en las elecciones brasileñas, que tres años y medio después de ganar por cuarto periodo consecutivo el derecho a dirigir el país mas grande en territorio de América Latina, el ex-Presidente Lula estaría a las puertas de la cárcel y la reelecta Presidenta Dilma estaría depuesta y en su casa, sustituida por la persona a quien escogió para ser vicepresidente.

Este fin de semana la compañía de streaming Netflix, la mas grande del mundo, comenzó a transmitir la primera temporada de una serie sobre la Operación Lava Jato, que lleva como titulo ¨El Mecanismo¨, donde pretende narrar los hechos que desencadenaron la investigación judicial encabezada por el Juez de Curitiba Sergio Moro, que culminó con el sometimiento a la justicia de los directivos de las principales compañía de construcción de Brasil.

El centro del argumento de la serie, es que existe un mecanismo de retroalimentación entre los empresarios y los partidos políticos, que se alimenta de forma infinita con dinero que pasa de mano en mano por todos los niveles de la sociedad brasileña, y que no hay forma de detenerlo porque, como dice uno de los que primero confiesa la red de sobornos en la petrolera estatal Petrobras, eso comenzó desde el mismo inicio de la historia de ese país.

Solo que pareciera que ahora el mecanismo se ha revertido en contra de los dirigentes del PT, el partido que encabezó una profunda transformación de la sociedad de Brasil, y los empresarios parecen estar dispuestos a ser ellos quienes encabecen el proyecto que gane las elecciones que se celebraran en el próximo mes de octubre de este mismo año 2018, cosa que merece un profundo análisis de parte de los partidos políticos en nuestro continente.

En el día de ayer el ex Presidente Lula Da Silva, dio un paso mas hacia la cárcel y aumenta la posibilidad de ser impedido a ser candidato por su partido, a pesar de que encabeza las encuestas, cuando un tribunal le negó el recurso que sometió contra la sentencia que lo condenó a 12 años de cárcel y solo estaría a la espera de la decisión del Tribunal Supremo, que tiene en sus manos otro recurso de apelación, y debe dar su fallo el próximo 4 de abril.

Lula, quien es en estos momentos el político mas popular de Brasil, ve alejarse la posibilidad de volver a la presidencia de su país, acusado de poseer un apartamento en una playa, el cual nunca ha estado a su nombre, donde no ha dormido ni un solo día, que no esta habitado y, en un país donde se habla de sobornos de cifras infinitas, tiene un valor de algo mas de 300 mil dólares.

Solo con el envio de la decisión del tribunal de Porto Alegre que conoció la apelación y la negó, Lula queda expuesto a que el juez Sergio Moro lo envíe directo a la cárcel a cumplir su condena, lo que podría abrir las puertas del poder al candidato del empresariado brasileño, que es el diputado Jair Bolsonaro quien marcha segundo en las encuestas que se han realizado hasta ahora en el país sudamericano.

Un negocio redondo para los empresarios brasileños, sacan de juego a los políticos de los partidos, embarran al popular y carismático Lula, a quien no le ha valido amenazar con convertirse en una fiera renovando su discurso izquierdista, y colocan en la presidencia del país a uno de sus alfiles, pues prácticamente toda la clase política de ese país ha sido descalificada por haber aceptado financiamiento para sus campañas electorales.

Mientras todo esto ocurre con Lula y el PT, en el día de ayer se anunciaba que la compañía de ingeniera Odebrecht había ganado su primera licitación, por un valor sobre los 400 millones de dólares, después de los escándalos que la afectaron en el 2015, es decir, ya Marcelo Odebrecht esta en su casa en prisión domiciliaria y la compañía comienza de nuevo a hacer negocios con el gobierno brasileño, después de todo la fiesta debe seguir.

Lo interesante de todo esto es como los empresarios han dejado enganchados a los políticos, estos han sido al parecer los únicos culpables de todo lo que sucedió con la investigación Lava Jato, y como la vida vuelve a girar alrededor de los grandes capitales de ese país, mientras son los que ganaron elecciones y gobernaron a nombre del voto popular, los que están teniendo que pagar culpas que deberían ser compartidas.

Pero no solo eso, como claramente se ha establecido, el reparto del dinero de las empresas de construcción de Brasil, que era un cartel montado para repartirse las obras publicas equitativamente y entre ellos mismos, fue a financiar las campañas de los diputados y senadores que levantaron sus manos para sacar del poder a Dilma, una mujer que obtuvo mas de 54 millones de votos en la segunda vuelta electoral del año 2014.

Durante el juicio político que se montó en el congreso en contra de Dilma, nunca se le acusó de haber recibido dinero de parte de las empresas involucradas en el reparto de las obras de Petrobras, mas bien la acusación sobre la que se sostuvo su sustitución fue la de que incumplió la meta fiscal aprobada por el congreso aumentado los gastos del gobierno central, acción que debió estar aprobada por las cámaras legislativas.

Nunca se la acusó de haber recibido dinero de las empresas acusadas, ningún empresario en las llamadas ¨delaciones premiadas¨ la señaló como receptora de fondos provenientes del soborno, ni tampoco ha sido objeto de juicio alguno por corrupción administrativa, es decir, tanto a Lula como a Dilma se les excluye del proceso político de su país sobre la base de acusaciones tan endebles, que para nada se pueden comparar, con situaciones que han enfrentado otros políticos a quienes el mecanismo no ha afectado.

En unas declaraciones en el día de ayer, la ex Presidenta Dilma Rousseff, sobre la serie de Netflix decía lo siguiente: ¨A Netflix se la está usando para hacer campaña política a través de la serie de Jose Padilla ¨El Mecanismo¨ y que ella ¨se plantea alertar a otros líderes políticos de la región sobre lo que esta ocurriendo con este caso y lo que esta pasando en su país¨.

Según ella ¨la dirección de Netflix no tiene conocimiento del impacto político que causará la difusión de esta serie¨ y agregó: ¨la dirección de Netflix no sabe donde se esta metiendo y si lo están haciendo en mi país lo harán también en otros lados¨.

En esto Dilma esta totalmente equivocada, la cadena norteamericana si sabe en lo que se esta metiendo y si sabe para quien trabaja, ayer mismo en una caravana que realizaba Lula como parte de su campaña política, fue recibido con huevos podridos y pedradas en una ciudad del sur del país, es decir, ¨el mecanismo¨ esta haciendo su efecto como campaña en contra del PT y su candidato, la ingenuidad de la señora Roussef es sorprendente.

Lo mejor que podemos hacer es seguir vigilando ¨el mecanismo¨,que parece consiste en la sustitución de la clase política de América Latina a través del descrédito de los integrantes te los partidos donde son militantes y dirigentes, para sustituirlos por alfiles de los empresarios, que precisamente han sido los que dieron vida al circulo interminable de alimentación económica de los debían ser exclusivamente servidores públicos, a ver si aprendemos de lo que ocurre en otros países y nos defendemos de los creadores del ¨mecanismo¨.

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