EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- La muerte de Leslie Rosado, ocurrida en la noche del sábado, «no fue un accidente» y se trató de una misión de sicariato ejecutada por el cabo policial Janli Disla Batista. Así lo afirmó este miércoles, con total convicción, la socióloga Tahira Vargas.
«A ese cabo alguien le pagó para que hiciera ese crimen. Eso fue una operación criminal que tiene que ver con algún pago que se hizo para eso», manifestó al ser entrevistada por los periodistas Huchi Lora y Edith Febles en el programa El Día, por Telesistema canal 11.
¿En qué se basa ella? ¿Por qué afirma que fue un acto de sicariato?
Vargas destaca la tenaz persecución del cabo y su intención al dispararle a la víctima, por lo cual descarta la hipótesis del robo y asume la del asesinato.
«¿En qué momento comenzó a perseguirla? Ella se da cuenta de la persecución probablemente mucho después que ya la persecución inició, ¿y por qué inició la persecución? No fue para robarle: era para matarla, ese era el objetivo. Entonces alguien le pagó para matarla. Todos los indicios te dan que ese cabo cumplió una labor por la que a él le pagaron para matarla, y quién sabe si habían más personas vinculadas a eso».
Según ella, hay en la uniformada «agentes policiales para que hagan labores de asesinatos y de crímenes, como existen en la sociedad en general».
La experta observa que la gente no confía en la Policía por las estructuras mafiosas que lleva dentro, y propone la creación de otro organismo que tenga «una estructura distinta» y que se encargue de la seguridad ciudadana.
Su opinión es que, mientras esas mafias policiales tengan poder y ningún deber ciudadano, entonces no habrá cambio alguno en la institución.
Por cierto, subraya los «peajes» que pagan delincuentes a miembros policiales, quienes reciben una cuota de dinero por cada robo que se comete.
¿Reforma policial?
Vargas piensa que las reformas policiales impulsadas desde el Gobierno no son la solución a la cuestión policial, pues dejarían operando a las estructuras internas. Para ella es urgente y necesario investigar esas estructuras y desmantelarlas.
También por eso promueve la fundación de otro cuerpo realmente confiable, el desarme de la población y trabajar con todas las comunidades.
¿Por qué es necesario crear otra institución? La cientista social piensa que la Policía tiene un mal de origen: fue creada por la dictadura trujillista como mecanismo de control social, en contra de la propia población. Además, muchos casos han empañado la imagen de la institución, que es percibida como un organismo corrupto, mafioso y nada confiable.
Se trata de «toda una estructura de poder sostenida en el crimen organizado. ¿Quién es el crimen organizado en cada comunidad, en cada municipio, en cada barrio, en la ciudad de Santo Domingo? ¿Dónde está localizado ese crimen organizado? Financiando campañas, parte de la clase política, parte de las estructuras de poder económico y político. No puedes hablar de una estructura que es externa, cuando tienes un problema serio a nivel interno. ¿Quiénes son nuestros diputados, senadores, síndicos? ¿Qué vínculos tienen ellos con el crimen organizado? ¿Quién los investiga y cómo están ellos vinculados a esas redes?», apunta.
«El problema es más profundo de lo que creemos. ¿Está en las personas que integran la Policía o en una estructura interna de la Policía?», interroga y cuestiona.-
