EL NUEVO DIARIO, TRÍPOLI.- Al menos 41 miembros de las fuerzas del mariscal Jalifa Hafter murieron y otros 130 resultaron heridos hoy durante una ofensiva por el control de los puertos petroleros de Sidra y Ras Lanuf en el creciente petrolero (noreste), informó a Efe una fuente de seguridad.
Las fuerzas de «Al Karama» (Dignidad), dirigidas por Hafter, hombre fuerte al este del país, realizaron varios ataques aéreos contra las ciudades de al Bariqa, Beni Yawad y Ras Lanuf, logrando la expulsión de los grupos armados de esta última, aseguró su portavoz, Mohamed al Mismari, durante una rueda de prensa.
Durante dicha ofensiva, que comenzó esta madrugada, lograron avanzar gracias al apoyo de aviación extranjera, supuestamente emiratí, que bombardeó posiciones de la milicia rival, la Guardia de las Instalaciones Petroleras (PFG), dirigida por Ibrahim Jodran.
Al Mismari acusó a las milicias de Jodran de atacar las instalaciones petroleras «para obstruir las negociaciones de paz entre los libios y la Comunidad Internacional» y «evitar» las próximas elecciones legislativas y presidenciales previstas el próximo 10 de diciembre.
Por su parte, Saltana al Mismari, diputado del Parlamento del este, responsabilizó al Consejo Presidencial del Gobierno libio de Unión Nacional de los ataques de las milicias de Jodran contra la zona y criticó su silencio.
Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional contribuyera a la victoria de las diferentes facciones rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi.
En la actualidad tiene tres focos de poder: un Gobierno tutelado por la ONU en Trípoli, un Parlamento en la ciudad oriental de Tobruk bajo el mando de Hafter, y las ciudades-estado de Zintan y Misrata, el principal puerto comercial del país.
A ello se unen cientos de milicias, grupos yihadistas y redes de contrabando de personas, combustible, armas e incluso alimentos, que definen y controlan la economía del país.
