“De aquellos polvos vienen estos lodos»
Vladimir Putin entiende que su momento para la creación del Gran Imperio Ruso ha llegado, y por ello inició una escalada militar, que para muchos es la inminente invasión a Ucrania, a raíz del mal manejo que tuvo Estados Unidos con el retiro de las tropas de Afganistán en la que el gran país del norte evidenció debilidad y desorden.
La maniobra de amenaza del presidente ruso viene a cuentas en momentos en que Ucrania está cabildeando su entrada a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo cual el Kremlin quiere evitar a toda costa, ya que contravendría sus objetivos estratégicos de anexión.
De igual manera, para bloquearlo, Moscú, ha iniciado una escalada intimidatoria a modo de disuasión, pero que busca además, evidenciar las grandes grietas que tiene el liderazgo estadounidense.
Cabe decir que Rusia está decidida a mantener ocupada la península de Crimea, por el gran valor estratégico que le representa pues le da un mayor acceso al Mar Negro, un territorio que siempre se ha disputado con Ucrania, península que tendría que abandonar si Kiev entra a la OTAN.
Este hecho a largo plazo afectaría el objetivo político de Putin que es la integración de las naciones que una vez conformaron la Unión Soviética, y donde su país era el epicentro político desde 1920 hasta el 1991.
Ausencia de liderazgo geopolítico
Con la desorganización exhibida por el gobierno americano con el retiro de las tropas de Kabul, capital afgana, Putin pudo apreciar, al igual que el resto del mundo, que Estados Unidos, carece de capacidad para liderar una crisis internacional, y que con la debida “presión”, pudiera tranzarse en aras de evitar que se pongan en evidencia sus incapacidades geopolíticas.
De modo que como dice el refrán, “cuando el gato se va de la casa, los ratones hacen fiesta”, la ausencia del contrapeso que antes tenía Estados Unidos, desencadena y acelera procesos como el que quiere llevar a cabo Putin con Ucrania y China con Taiwán.
Si se da la invasión a Ucrania, China inmediatamente enfilaría sus cañones para invadir a Taiwán, por ello se mantendrá observando atenta para medir qué tanta fuerza disuasoria tienen en este proceso Estados Unidos y la OTAN.
En ese orden cabe destacar que Robert Gate, el ex Secretario de Defensa de Barack Obama, dijo bien claro en una entrevista con el programa “60 Minutos” de CBS, que “Joe Biden había estado equivocado en todas las iniciativas de políticas internacionales que en los últimos 40 años promovió, tanto en el congreso, como siendo vicepresidente”, por consiguiente, su rol como líder mundial quedaría muy maltrecho, si Rusia invade Ucrania, pero también habría que ver bajo cuales condiciones evitaría que sucediera.
Pero el simple hecho de que deliberadamente Rusia amenace con invadir Ucrania es una muestra fehaciente del poco respeto que internacionalmente se le tiene a los americanos y pudiera ser una prueba o un anzuelo para medir qué tan fuerte está su hegemonía en la región y en función de ello, amenazar otras democracias. Pues como diría Sun Tzu, “todo arte de la guerra se basa en el engaño” y en esta ocasión dicho principio se está aplicando.
Más que todo es una provocación
Si estados Unidos y la OTAN, no manejan bien esta crisis dando ejemplos contundentes de liderazgo, así como la crisis de Afganistán de octubre pasado parió esta Crisis con Rusia, así mismo esta última parirá otras más contundentes, como la invasión de China a Taiwán.
Por cuanto pudiéramos asistir al inicio de un reordenamiento geopolítico, ya que a mi modo de ver, esta crisis es la punta del iceberg de lo que verdaderamente se está cocinando, y de lo que resulte de la misma, surgirán otros retos para medir la capacidad hegemónica de Estados Unidos y validar si todavía puede contener y mantener a raya a todo aquel que desafíe el orden mundial.