Los acuerdos fueron suscritos por la alcaldesa de Niquinohomo, la sandinista Martha Jeaneth Pérez, una representación de los jóvenes manifestantes, y el sacerdote Edwin Román, párroco de esa ciudad y garante de los acuerdos.
Además de acordar un alto a la violencia tanto los que están a favor y en contra del Gobierno, las partes convinieron dejar pintado con el color de la bandera de Nicaragua, azul y blanco, el monumento en honor a Sandino, que fue motivo de disputa.
También acordaron que habrá libre circulación para las familias y que todas las personas ajenas al municipio que impulsen nuevamente a la discordia serán puestas a la orden de las autoridades competentes.
Asimismo, acordaron restablecer la tranquilidad y armonía en todo los aspectos y condenar las informaciones falsa de cualquier tipo y de donde vengan.
Anoche los opositores denunciaron un ataque con morteros artesanales y represión por parte de agentes antidisturbios que, según los manifestantes, utilizaron bombas lacrimógenas.
Los medios oficiales del Gobierno, por su parte, culparon a «grupos vandálicos» de tirar piedras y morteros contra las familias que se encontraban en jornadas de oración y vigilia en estos dos municipios y denunciaron el saqueo y la quema de la casa del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Catarina.
Nicaragua atraviesa una crisis que hoy cumple 20 días, debido a multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Ortega, que comenzaron exigiendo medidas de seguridad social y continuaron a pesar de que el mandatario revocó su decisión.
Desde que comenzaron las manifestaciones los enfrentamientos violentos han causado al menos 47 muertos, la mayoría entre el 18 y el 22 de abril pasado, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), mientras que otras organizaciones humanitarias elevaron a 63 el número de los fallecidos.
Nicaragua está pendiente del comienzo del diálogo que protagonizarán el Gobierno y el sector privado, con la Conferencia Episcopal (CEN) como mediadora, aunque todavía no se ha establecido una fecha para su celebración.