Hay suficientes evidencias de que el COVID-19 puede darle a cualquiera, incluso, más de una vez. Y que nos puede matar o dejarnos secuelas. Y en un escenario pandémico mundial, igual existen abundantes informaciones como para haber aprendido la lección.
Se dice que hay un rebrote en el Gran Santo Domingo y San Cristóbal, especialmente, por la cantidad de contagiados y de internos afectados por el virus en esas ciudades. Y siendo así, es obvio que la situación es preocupante.
El Gobierno ha venido haciendo esfuerzos extraordinarios para vacunar a la población y se marcha a un muy buen ritmo.
Sin embargo, se hace necesario una actitud responsable de la ciudadanía para poder controlar ese asunto.