Durante la celebración de la fiesta al ídolo de la Virgen de la Altagracia, el pasado 21 de enero, el Nuncio del Vaticano, Ghaleb Moussa Abdalla Bade, dirigió un mensaje a los asistentes, exhortándoles a reverenciar y venerar a María, la madre de Jesús. A su declaración se sumaron los elogios que hicieron algunos de los asistentes al referido ídolo.
El enviado del Papa exhortó a los asistentes a dar más amor y veneración a la virgen María o ídolo de La Altagracia. Pidió que le hagan peticiones y oraciones, que la honren, adoren y veneren.
En otras palabras, pidió que reverencien, idolatren y admiren a este ídolo, postrándose, inclinándose y arrodillándose delante de él y que mantengan y defiendan la fe católica.
Expresó, además:, “Donde está María, allí está Jesús y allí está la iglesia. Donde está la Iglesia allí está María”, dijo el religioso.
El representante del Papa dijo, incluso, que María es la madre de todos los cristianos y de los que no lo son y calificó de ingratos a quienes no creemos en este ídolo y de huérfanos, a los que no la tenemos como madre.
Asimismo, algunos de los asistentes a la fiesta idólatra reiteraron que la virgen es la madre de Dios y del pueblo dominicano y testificaron que hace milagros e intercede por nosotros ante Dios.
Con la finalidad de edificar espiritualmente a la iglesia del Señor y a los que todavía no forman parte de ella, voy a aclarar lo que expresó el Nuncio del Vaticano durante la celebración de la fiesta al ídolo de la Virgen de la Altagracia en la ciudad de Higuey y lo que dijeron algunos de los asistentes sobre esta fiesta idólatra.
PRIMERO: Solo a Dios debemos amar con toda nuestra mente, alma, corazón y fuerzas (Deuteronomio 6:5 y Lucas 10:27) Nunca a María la madre de Jesús ni a ninguno de los ídolos que les han sido erigidos. Tampoco, debemos amar, adorar ni reverenciar a ningún otro personaje bíblico, excepto a Jesucristo.SEGUNDO: Cualquier petición, oración o plegaria se dirige a Dios Padre, aunque no lo veamos (Mateo 6:6) Nunca al ídolo de la virgen de La Altagracia(María la madre de Jesús) ni a ningún otro.
TERCERO: Solo a Dios debemos dar honor, adoración y veneración, aunque no lo veamos (Levítico 26:1 y 1 Timoteo 1:17) Nunca al ídolo de la virgen de La Altagracia(María la madre de Jesús) ni a ningún otro, pues, donde están los ídolos no esta Dios.
CUARTO: Debemos reverenciar, admirar y glorificar solo el nombre de Jesucristo, aunque no lo veamos. Jamás al ídolo de la virgen de La Altagracia ni a ningún otro.
QUINTO: Solo delante de Jesucristo, aunque no lo veamos, debemos postrarnos, inclinarnos y doblar nuestras rodillas, los que vivimos en la tierra y los que moran en el cielo. Nunca delante de los ídolos de nuestro país o de otro, llámese virgen de La Altagracia o como se le quiera llamar(Filipenses 2:9-11)
SEXTO: Hay un solo Dios y Jesucristo es el único mediador entre EL y nosotros, aunque no lo veamos. El es nuestro único medio de salvación. (1 Timoteo 2:5) No sigas creyendo que, María la madre de Jesús, intercede por ti ante Dios. Ella no tiene poder ni potestad para ello. Solo Jesucristo las tiene.
SEPTIMO: Jesucristo es el único camino que nos lleva al Padre para que nos satisfaga cualquier necesidad. Por eso, necesitamos establecer y mantener comunión personal con El, para que la tengamos también con el Padre y su Santo Espíritu. Por eso, es utopía el establecimiento y mantenimiento de nuestra comunión con María, la madre de Jesús o con otro personaje bíblico.
OCTAVO: María fue un instrumento que Dios usó. El instrumento no se honra, sino, a quien escogió ese instrumento: Dios. Dios la usó para engendrar a Jesús en su vientre, sin contacto sexual, sino, por el poder del Espíritu Santo, según las Escrituras. Ella es la madre biológica de Jesús, el Hijo del Hombre, del ser humano que fue engendrado divinamente.
NOVENO: María no hizo en el pasado ni ahora los milagros que se le atribuyen. El único que permanece obrando, haciendo milagros, prodigios y maravillas, sin experimentar cambio ni mutación es Dios.
DECIMO: Hay que entender que Dios descendió del cielo y ascendió a ellos de la misma forma, como Dios Espíritu, como Dios vivo, mientras que en la tierra manifestó su poder, a través del nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús, el Hijo del Hombre. De ese medio o instrumento humano es María la madre.
DECIMO PRIMERO: Cuando hablemos de cualquier asunto que se relacione con Dios, apoyémonos en lo que dice y enseña su Palabra, La Biblia (1 Pedro 4:11)
DECIMO SEGUNDO: No creamos en María ni en los ídolos que les han fabricado. Creamos lo que está escrito en la Biblia sobre ella, imitemos su actitud de obediencia y sometimiento ante Dios y seamos conocedores y obedientes a la Palabra de Dios como Ella.
Y, recordemos, que quien cambie las palabras que Dios escribió en la Biblia por las suyas, perderá las bendiciones que Dios tiene reservadas para los que les temen y le obedecen. (Apocalipsis 22:19)
Saquemos los ídolos nuestro corazón, de la mente, de la casa, de la comunidad y del altar de su iglesia.
Huyamos de ellos y volvámonos al Dios invisible. Abandonémoslo. No creamos ni confiemos en ellos. No nos inclinemos ni nos arrodillemos delante de ellos, llámese la virgen de la Altagracia, virgen de las Mercedes, de Fátima, Inmaculada o como se les llame. Destruyámoslo y quemémoslo.
Amados pastores, aclaremos lo que se cree y se dice sobre la madre de Jesús. Hagan denuncia pública contra la idolatría. Utilicen los pulpitos para combatirla. Salgan por las calles y plazas públicas con pancartas y protesten contra ella. Aprovechen el clima de libertades que tenemos. Llamen a la población a arrepentirse del pecado de idolatría. A combatir al enemigo de nuestras almas. Esta guerra traerá crecimiento a sus congregaciones.
Por: Enrique Aquino Acosta