No tiene ningún sentido tener personas en el territorio nacional sin un estatus que permita su identidad. Tiene que ver con la seguridad y en segundo lugar porque la ilegalidad no las excluye de nuestra realidad.
Incluso, para aquellas que residen en el país sin la documentación de su nación de origen, como es práctica con los haitianos, debemos crear un registro en que asuman un nombre, sus huellas y su foto para tales fines.
La proliferación de armas de fuego es sorprendente, en manos de personas que no tienen condiciones psicológicas para portarlas. Y cada vez crece el nivel de violencia entre nosotros.
Debemos llevar a cabo las acciones necesarias para poder regular estas situaciones. Pensémoslo.