La ausencia de valores humanos hace que algunas personas actúen como perversos autómatas en algunos momentos de la vida. El deseo de riqueza fácil hace a cierta gente sacar a flote la bestia que lleva por dentro.
¡Ojalá sea mentira! Espero que las investigaciones que se llevan a cabo descarten esa acción aberrante y deleznable, injustificable, y ruin, impropia de alguien que se precie de ser humano.
Todavía es un rumor el que señala que al momento en que el joven lanzador de los Reales de Kansas City, Yordano Ventura se accidentó el domingo pasado en una carretera de la comunidad de Juan Adrián, fue despojado de todas sus pertenencias y abandonado a su suerte, lo que le produjo la muerte.
Siento la misma sensación de vergüenza ajena que le causó a nuestro inmortal Pedro Martínez. Si esto fuera verdad imagino en esa acción a individuos con cuerpo de gente y cabeza de animales, pues esa operación es repudiable e inaceptable desde todo punto de vista.
Me produce escalofríos el solo pensarlo, pues si fue como dicen, más que individuos que se le acercaron a Ventura para hurtarles sus pertenencias, fueron gorgonas las que cometieron esta barbaridad.
Me niego a creer que existan personas de tan bajos instintos, capaces de tan abominable hecho. De ser cierta esta versión, las autoridades deben aplicar a esas bazofias humanas todo el peso de la ley.
Ni Yordano Ventura ni ninguna otra persona se merece este espeluznante final, demostrativo de la decadencia humana.
Si algo así se produjo es indiscutiblemente que aberrante e imperdonable. Creo que de resultar cierta esa versión de la muerte del joven pelotero, el castigo a quien o quienes cometieron este infame crimen sea ejemplar.
Por Elvis Valoy