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19 de abril 2024
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A propósito de la Guerra de Abril: “El poder debe residir en el pueblo”

A propósito de la Guerra de Abril: “El poder debe residir en el pueblo”
Historiador José Antinoe Fiallo.
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Entrevista a José Antinoe Fiallo Billini

EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.“Debemos construir intenciones de intervención sociopolíticas concebidas como estrategias de reactivación y expansión de la sociedad civil”.
La Revolución de Abril de 1965 fue un movimiento cívico-militar que se caracterizó por la participación activa, militante y armada de las masas populares, con la finalidad de volver al gobierno legítimo y constitucional de Juan Bosch. En ella se produjo una alianza de clases, ente sectores de la burguesía urbana y amplios sectores de los trabajadores y obreros.
Este 24 de abril se conmemora 54 años de este acontecimiento histórico, y aprovechamos la ocasión para conversar con el catedrático e historiador José Antinoe Fiallo Billini, con quien analizamos los aspectos cruciales de estallido.
P. ¿Cómo era el panorama sociopolítico de la República Dominicana al momento de la Guerra del 1965?
R. Había una situación de acumulación de factores de crisis durante los tres años que antecedieron ese estallido de la Guerra de Abril del 65. Inmediatamente matan a Trujillo viene momento de inestabilidad política y social.
Luego se convoca un proceso electoral donde Juan Bosch queda electo como presidente de la República, luego lo derrocan, después viene el gobierno del Triunvirato con determinadas intenciones autoritarias y donde se tomaron medidas económicas que afectaron considerablemente la vida de las personas en la sociedad de la época.

P. ¿Cuál suceso desencadenó el estallido?
R. Hay una discusión en cuanto a cuales fueron los factores que se acumularon esos días de abril. Se dieron unas diferencias dentro del Triunvirato, donde en vez de tres solo gobernaban dos y además, un grupo de militares que decía que había que desplazar y desmontar el Triunvirato.
Desde 1961, surgieron sindicatos obreros, organizaciones campesinas, agrupamientos estudiantiles y profesionales, clubes barriales, partidos e instituciones políticas, organizaciones de mujeres, nuevas expresiones y formas religiosas oficiales y no formales, en suma, intenciones, proyectos, prácticas, acciones, mediaciones e imaginarios de las clases medias urbanas y de las clases populares nacionales desde sus territorios, espacios y luchas.

P. ¿Cuándo la Revolución de Abril, avanza, se profundiza y se despliega?
R. A mi entender lo hace cuando de una u otra manera, elementos, tanto de la vieja sociedad política en crisis como de la sociedad civil emergente, confluyen en puntos de acercamiento más asociados a lo democrático, a lo civil, a lo no convencional, a la emergencia o eclosión de fuerzas masivas donde convergen intenciones y espontaneidades, donde lo armado se redistribuye y no se especializa y donde lo político democrático se hace evidente y asumido por lo militar: el militar se reconoce como político y el político civil se arma, se hace militar, un reencuentro total de la naturaleza de los y las ciudadanos y ciudadanas.
P. ¿Cuáles fueron las figuras destacadas en este acontecimiento?
R. En la sede del Palacio Nacional un grupo de militares forma el “Comando Militar Revolucionario”, encabezados por los coroneles Vinicio A. Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez Ramírez, Francisco Alberto Caamaño Deñó, Eladio Ramírez Sánchez y Pedro Bartolomé Benoit, quienes asumen el poder.
Esa misma noche se traslada el poder a una autoridad civil, en la persona del Dr. Rafael Molina Ureña como presidente provisional y quien había sido el Presidente del Senado durante el Gobierno de Bosch. Momentos después se anuncia el restablecimiento de la Constitución del 1963 y el regreso del profesor Bosch ese mismo día desde Puerto Rico.
Sin embargo, en la base aérea de San Isidro en el llamado “Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA)” los generales Wessin y Wessin y el general Imbert Barreras se oponen al retorno de Juan Bosch y al restablecimiento de la Constitución del 1963. De inmediato comienzan los bombardeos y los ametrallamientos aéreos al Palacio Presidencial y otras posiciones de los constitucionalistas.
Las organizaciones populares exigen que se le entreguen armas al pueblo, el cual ya se había volcado a celebrar el retorno de la institucionalidad al país.
P. ¿Qué impacto histórico generó la Guerra de Abril?
R. Es importante estudiar y reflexionar sobre los sujetos sociales insurgentes, sus identidades, sus diversidades, sus potencialidades estratégicas, incluyendo las respuestas creativas rápidas y ofensivas (habilidades de construcción alternativa en el camino o dentro del camino iniciado): movimientos sociales (obreros, barriales, estudiantiles, profesorales); militares profesionales; militantes políticos armados o militarizados; militantes políticos no armados o no militarizados; fuerzas sociales espontáneas cíclicas (nuevos grupos urbanos de pobres y excluidos, agrupamientos de mujeres); puntos de encuentro o ‘no lugares’, de socialización y conspiración significativos y espontáneos de variada significación.
Ello es necesario para poder identificar articulaciones, redes, coberturas de la extensión territorial y control de la comunicación y los desplazamientos, para determinar el valor estratégico de la experiencia.

P. ¿Cuál fue el rol de la mujer dominicana?
R. Entiendo que el rol de la mujer dominicana en la Guerra de Abril fue fundamental, las mujeres no solo realizaron tareas tradicionales como suministrar comida. También estuvieron involucradas en tareas audaces como entrenarse en el manejo de las armas, impartir instrucciones a otros combatientes; tareas diversas de logística como gestionar fondos y comida en el interior de país a través de contactos e incursiones fuera de la zona de guerra; servir de correo clandestino, tipificar sangres, organizar la atención a las personas heridas en los hospitales, distribuir documentos, trasladar armas, procurar combustible y enterrar a los muertos; tareas imprescindibles y riesgosas sin las cuales no hubiese sido posible la resistencia.

P. ¿Cómo terminó la Guerra?
R. A mediados del mes de agosto las negociaciones avanzaron y se perfilaron en un posible acuerdo entre los sectores en conflicto, mediante un acuerdo se escogió al Dr. Héctor García Godoy como presidente provisional y se acordó la celebración de elecciones presidenciales para el año siguiente.
Con la firma del acta institucional quedó finalizada la guerra, se procedió a retirar las trincheras que limitaba la zona constitucionalista y se inició el desarme de la población por parte de las tropas estadounidenses.
El 3 de septiembre Héctor García Godoy asumía la Presidencia provisional y el mismo día el presidente constitucional Francisco Alberto Caamaño Deñó presentaba renuncia ante 25,000 dominicanos que acudieron a una manifestación en la plaza de la Fortaleza Ozama. En una gigantesca manifestación en la Plaza de la Constitución, el coronel Caamaño presentó renuncia como presidente constitucional.
P. ¿Ante el panorama actual que vive el país, es necesaria una revolución democrática?
R. Los procesos son complejos. Ellos abren caminos y esos caminos se recomponen frecuentemente. Las relaciones entre las sociedades política y civil son relaciones de conflicto cuando la sociedad civil se articula mínimamente como territorio de contra hegemonía que a su vez debilita las hegemonías en las transiciones políticas.
Las transiciones no son lineales, tienen diversidades de rutas, pero hay una cierta relación en la estrategia de fortalecer la sociedad civil comprendida como espacio de intereses clasistas y políticos no opresoras y la estrategia de desequilibrar y buscar resquicios e intersecciones en la sociedad política, que es espacio hegemónico-dominador que debe debilitarse.
Debemos construir intenciones de intervención sociopolíticas concebidas como estrategias de reactivación y expansión de la sociedad civil, vale decir, de capacidades de ascendencia política y moral sobre conjuntos sociales y a partir de intereses de mayorías populares, y colocar esa reactivación y expansión en un punto de encuentro con el proceso político de la cotidianidad dominicana.
P. ¿Qué efectos de la Revolución de Abril de 1965 podemos ver evidenciados en el sistema político de hoy?
R. La crisis históricas, y vivimos en una, generan situaciones prolongadas de conflictos y en ellas surgen acontecimientos insurgentes; surgirán acontecimientos insurgentes en nuestro país, inexorablemente, con rasgos de lo imprevisto y sorpresivos. Pero las experiencias deben servir para construir reflexiones, reflejos y respuestas que hagan posibles creaciones rápidas, extensivas y apreciativas en y de los escenarios de las transformaciones, de las revoluciones sociales necesarias.

POR: RAMIERI DELGADILLO

(ESPECIAL PARA EL NUEVO DIARIO)

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