A once meses de elecciones presidenciales y congresuales y siete meses de las municipales, el PLD debe cumplir indefectiblemente los “plazos fatales” de la nueva normativa electoral y lo establecido por sus propios Estatutos antes del 7 de Julio próximo.
Desde el pasado 7 de junio corren los plazos fatales o de ley hacia proceso de elecciones 2020, así está consignado en el calendario establecido por la Junta Central Electoral (JCE), en el reglamento de aplicación de la ley 33-18.
Conforme el referido calendario, de obligatorio cumplimiento por todos los partidos, el 22 de junio es la fecha inaplazable para informar la reserva de puestos de elección que no van a convención, primarias o competencia interna de esas organizaciones y el 7 de Julio es la fecha marcada para el inicio formal de la precampaña interna que se extenderá hasta el 6 de octubre.
En el caso del Partido de la Liberación Dominicana, organización que está al frente del Estado y que debe ser la más interesada en contribuir a la organización de los certámenes electorales de febrero y mayo del próximo año en condiciones normales y armónicas, parece obrar en sentido contrario.
Inexplicablemente la Comisión Nacional Electoral (CNE), designada por el Comité Central del PLD para acompañar a la JCE en el proceso de escogencia de sus candidaturas dio a conocer un calendario de inscripción de precandidaturas obviando, deliberadamente, la fecha de oficialización de las que competirán internamente por la candidatura presidencial.
Respecto la presentación de precandidaturas lo único claramente establecido en los Estatutos del PLD es lo referente, precisamente, al nivel presidencial en su Art. 16, son escogidas por el Comité Central con una votación no menor del 33% de su matrícula.
Es penoso que la CNE se haya dejado contaminar con el jueguito grupal de la novela de suspenso de un Comité Político irresoluto y de ciertos voceros del despropósito que pretenden mantener la presente indefinición hasta el 22 de agosto, fecha señalada para pasar toda la logística interna a la JCE y esta organice sus «primarias abiertas» 45 días después.
La responsabilidad de la CNE es, en lo inmediato, convocar al Comité Central antes del 7 de Julio y que este defina quienes correrán por la candidatura presidencial que se decidirá el 6 de octubre.
Jugar con candela es peligroso, no conviene al gobierno, no conviene al PLD y mucho menos conviene a la tranquilidad de la sociedad dominicana.
Por Melanio Paredes