Si hay un movimiento que ¨murió con flores¨ en la República Dominicana, es el llamado ¨marcha verde¨, a pesar de la confesión publica de financiamiento de parte de grupos empresariales, apoyos velados de gobiernos extranjeros y consignas de sustitución de nuestras instituciones democráticas llamando a crear un ambiente de caos y desorden inspirado en lo que ha ocurrido en algunos países del área.
Por muy buenas intenciones que tuvieran algunos de los ciudadanos que participaban en estas marchas el pasado año, la verdad es que los organizadores de la ¨marcha verde¨ no se dieron cuenta de que marchaban como si fuera en una maquina caminadora de las que se usan para hacer ejercicio, donde usted puede mover las piernas y hasta correr, pero esto no lo llevará a ningún lado.
Es decir, estamos frente a un movimiento que finalizó con el año, pero que sin embargo algunos de sus voceros enquistados en los medios de comunicación y revoltosos de movimientos radicales y antisistema parece quieren resucitar con una actividad frente al Palacio Nacional el próximo domingo, que podría estar buscando una razón para que la ¨marcha verde¨ vuelva a ser del color que reclama en su nombre.
Lo primero que saben quienes convocan hacia el Palacio Nacional, es que la dirección de su marcha o concentración esta equivocada, el estado de derecho en que vivimos en la República Dominicana esta dividido en tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, independientes uno de otro, y en el caso de la impunidad y la corrupción, le corresponde a la justicia determinar culpabilidades e imponer castigos, no exactamente al poder ejecutivo.
Y como todos los casos de corrupción que han sido denunciados están en manos de la justicia, entonces el lugar donde debería realizarse la concentración de la ¨marcha verde¨ son los frentes de la Suprema Corte de Justicia, que es el poder público responsable de que se aplique la ley a todo el que delinque en la República Dominicana, si se quiere protestar en contra de la impunidad el lugar no es exactamente el frente del Palacio Nacional.
Son muchos los motivos que convierten la actividad del próximo domingo en altamente sospechosa de tener intenciones ocultas diferentes a la que dicen sus convocantes, por lo que las autoridades deberían tener sumo cuidado en no permitir que estos grupos re revoltosos promuevan un desorden frente al Palacio Nacional.
No tenemos ninguna duda de que en la cabeza calenturienta de algunos radicales de la ¨marcha verde¨ anida la idea de que su movimiento ha perdido fuerza y prácticamente ha desaparecido por la ausencia de un mártir que puedan usar como símbolo, pues a pesar de todas las provocaciones las fuerzas del orden lo único que han hecho es facilitar todas y cada una de las actividades convocadas por ellos.
Es probable que algunos ¨marchistas verdes¨ sueñen con tener su propio Mohamed Bouazizi, aquel joven de Tunez a quien le fue confiscado su puesto de frutas y verduras, que se inmoló prendiéndose fuego frente al ayuntamiento de su pueblo y fue la mecha que despertó la llamada ¨Primavera Arabe¨, un movimiento de protesta que derribó varios gobiernos en el norte de Africa.
Siempre dijimos que la ¨marcha verde¨ era una movilización hacia ningún lado, porque llegaría el momento en que tenían que decidir el rumbo hacia el cual enfilar para lograr su objetivo, que esta implícito en todas y cada una de sus proclamas, la toma del poder político en la República Dominicana, la sustitución del actual gobierno por otro que ellos asumen estaría alineado con los intereses de quienes los financiaban.
Y para llegar a esa meta, asumir el poder y ejercerlo, solo tienen uno de dos caminos: convertirse en un partido del sistema y participar en las elecciones del 2020 para demostrar con votos que son mayoría o en cambio provocar un levantamiento popular en contra del gobierno y llevar al país a una situación de ingobernabilidad creando un escenario de insurrección.
En múltiples ocasiones los ¨marchistas verdes¨ han objetado la posibilidad de convertirse en partido político, aunque algunos de ellos ya se proclaman como candidatos a diversos cargos electivos, de presidente de la República hacia abajo cualquier cosa, entonces deberíamos llegar a la conclusión de que asumieron el segundo de los caminos, el intento de subvertir el orden instaurando el caos.
Nada mejor entonces que provocar un desorden frente a la casa de gobierno para inaugurar el año y resucitar una ¨marcha verde¨ que languidece en medio de la confusión y variedad de objetivos de sus convocantes, aunque haya alguna gente de las participan en estas movilizaciones que lo hacen de buena fe y llenos de propósitos nobles.
¿Qué se busca con la movilización de grupitos de revoltosos hacia el Palacio Nacional el próximo domingo?
¿Videos, fotos y expresiones de un pueblo que solo esta protestando en la cabeza de algunos radicales sin pueblo y sin votos para competir por el poder?
¿Vender en el exterior que en República Dominicana se vive en un estado de excepción y represión?
Típica maniobra de esta época donde las ¨fake news¨ (noticias falsas) se propagan por las redes sociales como la ¨verdolaga¨.
O peor aún, ¿se busca el mártir o muerto que hasta el momento no han podido conseguir para usarlo como bandera los próximos meses?.
¡Mucho cuidado con eso!