Para nadie es un secreto que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se ha caracterizado por dos elementos fundamentales, su organización y unidad. Hasta sus adversarios más radicales, reconocen y envidian estas cualidades del partido morado. Estos elementos le han permitido al partido fundado por el profesor Juan Bosch, diferenciarse de los demás partidos del sistema, pero sobre todo, le han permitido obtener y mantener el poder en las últimas cuatro elecciones presidenciales celebradas en el país.
Imposible sería afirmar que la unidad y organización imperante en el PLD se ha construido sobre un camino libre de obstáculos. Claro que no, han sido muchos los retos y desafíos que se han tenido que superar. Divisiones internas, crisis, expulsiones, son solo algunos de los medicamentos amargos que ha tenido que ingerir el PLD para sanarse de enfermedades que lo atacaban, pero sobre todo, para fortalecer su sistema inmunológico de cara al futuro.
Los éxitos alcanzados en los últimos procesos electores, sumados a un debilitamiento de la oposición política, ha hecho que el PLD intente, de vez en cuando, destruirse a sí mismo. Sin adversarios con quien pelear dentro del ring, se buscan erróneamente contrincantes a lo interno de la organización. Algunos dirigentes conscientes del respaldo que tiene el partido en una parte mayoritaria de la población, luchan desesperadamente por la candidatura presidencial, sin importar llevarse por delante todo lo que encuentren a su paso. Y es verdad, resulta más fácil para un peledeista ganar las elecciones presidenciales que obtener la candidatura a lo interno del partido, de ahí, que el loco ande suelto dentro de las filas moradas.
Para suerte del PLD y de todo el sistema de partidos de la República Dominicana, no importa lo alto que se encuentre la marea a lo interno del partido de la estrella amarilla, la historia nos enseña que gracias a la madurez de sus dirigentes, la marea siempre retorna a la normalidad.
El pasado sábado, con la reunión celebrada por su Comité Político, sus dirigentes nos volvieron a demostrar su capacidad política, al ponerse de acuerdo en varios puntos de vital importancia para la sociedad, como es el aumento de la cuota de la mujer en la presentación para cargos legislativos, municipales y a lo interno de la organización política.
Ciertamente, el tema de las primarias internas y el uso del padrón abierto o cerrado fue pospuesto, más esta posposición no debe ser vista como una derrota, todo lo contario, debe ser vista como una muestra más del compromiso de los dirigentes del partido en llegar a una decisión final que sea producto del consenso de todas las partes.
El camino esta trazado y se llama consenso. Con el consenso garantizamos la unidad y organización, y con ellas, el triunfo.