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25 de abril 2024
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OpiniónOsvaldo A Basilio ReyesOsvaldo A Basilio Reyes

Abogados contrario y amigo de San Pablo

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En el día de hoy 3 de febrero se celebra el día del profesional del derecho, llámense abogados, jueces y miembros del Ministerio Público quienes también son abogados, aunque de hecho por la falta de unión profesional no se celebra nada, oficio este que además de ser importante para la sociedad, resulta estresante y difícil, salvo algunas excepciones que las diligencias son administrativas y aun así no es tarea fácil, tomando en consideración el trámite burocrático que en la mayoría de las veces resulta tedioso.

A los abogados no se le ha valorado su trabajo, o tal vez puede decirse que con el accionar de algunos que son los menos, no se han ganado tal valoración, especialmente el desmedido afán de obtener dinero, que han llegado a enlodar el Ministerio de los abogados, no obstante  a mi humilde entender la mayoría de los abogados son personas honorables y que su trabajo lo hacen lo mas responsable posible, pareciendo ser la abogacía la oveja negra de las profesiones, ya que sabemos, que en la mayoría de las profesiones hay mansos y cimarrones. Tanto es el criterio negativo que muchas personas tienen sobre los abogados, que de manera injusta generalizan en el momento de valorar el trabajo de estos, hasta tal punto que creen que el profesional del derecho es un trepador e irresponsable, falto de escrúpulos, que tiene que resolver los casos a como dé lugar, no importando que la ley o los hechos no lo amparen.

Es tanto así que muchas personas dicen “si entre abogados te viera”, queriendo decir que no somos capaces de hacer un trabajo honesto, serio y responsable, pero a mi entender le faltan a la verdad los que así piensan, ya que esa no es la regla sino la excepción.

El Dr. Ángel Ozorio de origen Español, en su libro titulado el alma de la toga, dice que la abogacía es una ardua tarea que la ley pone al servicio de la justicia, siendo esto muy cierto si tomamos en consideración que son muchos los momentos en que los abogados son víctimas de incomprensiones por parte de los clientes causantes de  dolores de cabeza y preocupación inmensa para el abogado que esta vestido con el traje de la incomprensión de sus actos.

Puede citarse también como ejemplo cuando un plazo para un determinado procedimiento está llegando a su fin y este profesional del derecho se encuentra agobiado por los múltiples detalles del proceso o de los procesos de los cuales esta apoderado y el tiempo lo tienen encima.

Esta profesión a veces resulta muy complicada, ya que una persona puede solicitar los servicios de un abogado para que reclame alguna indemnización o se querelle en contra de X persona, alegando que ha sido víctima de algún hecho o que algún familiar ha sido demandado, o querellado por alguna acción imputable a ella, pudiendo ser ese mismo abogado ser víctima de incomprensiones y presión desmedida por parte de ese mismo cliente, cuando el mismo cliente o algún familiar está del lado contrario, lo que quiere decir que todo depende del cristal con que se mire, siendo así la humanidad de compleja y contradictoria.

La abogacía es un oficio muy importante, ya que la ley ha puesto al profesional del derecho como una especie de para choque entre las partes, siendo tan importante la labor de este profesional del derecho, que su participación en el proceso puede evitar que las partes con ánimo acalorado por un determinado hecho que demandan administración de justicia se enfrenten de manera personal, que si fuera así no sabríamos en que pararía tal o cual situación, ya que los abogados tienen que inmiscuirse cuando son apoderados en las cosas que los humanos más se pelean que son los intereses, sentimientos y pasiones ajenas, o lo que es lo mismo defender un pleito que no es el suyo, que por mandato de la ley debe realizar todas la diligencias y prudencia necesarias para cumplir con tal fin, muchas veces arriesgando su vida, aunque ese riesgo sea pírricamente pagado y en algunas ocasiones no pagado.

Gracias a Dios que existen los abogados, aunque sea para servir de intermediarios de los diferendos humanos, que todo parece indicar que son un mal necesario e inminente para la convivencia social, siendo evidente que el enfrentamiento personal de las parte para resolver sus diferendo, no es lo más recomendable.

Me parece que no hay país en el mundo que pueda prescindir de esos profesionales del derecho aunque con sus imperfecciones y errores arrastrados por su condición humana, que hasta la Biblia el libro sagrado de los cristianos, de todos los profesionales solo menciona por sus nombres a dos abogados, uno era de nombre Tértulo, que representaba a los miembros del sanedrín y los maestros de la ley judía, en su acusación en contra de Pablo, por ante Félix que era gobernador Romano de Cesarea en ese entonces (Hechos de los Apóstoles, capitulo 24, versículos 1 y 2), cuyos personajes principales querían ver la cabeza de San Pablo separada de su cuerpo; y el otro abogado era de nombre Zena, a quien San pablo recomendó en su carta a tito un Judío convertido al Cristianismo, que tratara bien a este ultimo y le diera alojamiento (carta a Tito capitulo 3, versículo 13), queriendo decir San pablo con esta acción, de manera implícita que el abogado Zena era su amigo.

Amigos Profesionales del derecho, felicidades en su día, y traten con su accionar de defender el sacrosanto Ministerio de Justicia para bien de nuestra sociedad, de tal manera que esas acciones de manera expresa e implícita hagan acopio de los sabiamente dicho por el Ex –Magistrado y abogado que lo fue Ángel Ozorio en su mencionado libro titulado el alma de la toga, “que consideremos la abogacía de tal manera que si uno o varios de nuestros hijos, nos solicita consejos sobre lo que deben estudiar, estemos con suficiente capacidad moral de recomendarle que estudien la carrera del derecho para que ejerzan la profesión de abogados y abogadas, y en consecuencia se  sientan orgullosos de nuestro trabajo.

ASÍ  DIJO EL JURISCONSULTO ROMANO JUSTINIANO “QUE LO JUSTO ES DARLE A CADA QUIEN LO QUE MERECE”.

 

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